La terapia de grupo nos ofrece la oportunidad de explorar y resolver nuestros conflictos en un espacio – tiempo compartido con otras personas. El grupo, así como la construcción de un entorno seguro, apoya la experiencia de expresarnos, de ser escuchados y comprendidos, de sentirnos apoyados, facilitando la toma de contacto, otorgando una mayor consciencia sobre nuestros conflictos desde diferentes ópticas, apoyando el autodescubrimiento y la generación de nuevos recursos internos.

El motor de la terapia de grupo es el propio grupo y las interacciones entre sus miembros. El grupo se constituye como un espacio en el que la persona puede compartir sus problemas, inquietudes, malestares, conflictos, etc. encontrando el apoyo suficiente que permita un nuevo enfoque que arroje luz a la resolución de los mismos, recuperando así el equilibrio emocional, la autoestima y adquiriendo nuevas habilidades, herramientas y competencias que incrementen sus recursos de afrontamiento.

El contacto con los integrantes del grupo ofrece la oportunidad de experimentar relaciones asertivas, basadas en la autenticidad y la honestidad, vivenciadas desde el respeto y la comprensión. Esta forma de estar en la relación impulsa el intercambio de diferentes perspectivas, valores e ideas que permiten un desarrollo afectivo y emocional que favorece el cuestionamiento de nuestras actitudes, creencias y fantasías, descubriendo nuestra forma particular de estar en el mundo y elaborando, conjuntamente, alternativas más saludables.

Una de las claves fundamentales de la efectividad de la terapia de grupo reside en que la persona ya no se siente sola y aislada en su problema, el grupo se convierte en una plataforma de escucha, soporte y acompañamiento que permite al individuo compartir sus emociones y pensamientos sin miedo a la crítica o el reproche, lo que genera un sentimiento de pertenencia compartido, convirtiéndose en un lugar seguro donde poder ser uno mismo de forma genuina, sintiéndose cómodo y seguro.

El grupo se constituye pues como un entorno excelente para explorar nuestras emociones, conflictos y dificultades personales, compartir y apoyar lo que acontece, y sobre todo darnos permiso para ser nosotros mismos.